Hechos clave:
Las criptomonedas se pueden declarar al fisco solo desde exchanges registrados.
El proceso de blanqueo de criptomonedas está generando muchas dudas entre los bitcoiners.
“¿Por qué querrías blanquear bitcoin (BTC)? Si eso justamente va en contra la filosofía de la moneda”. Es una de las preguntas planteada ayer en un screech de X organizado por la ONG Bitcoin Argentina para hablar sobre el blanqueo de criptomonedas.
Se habló así sobre el Régimen de Regularización de Activos que entró en vigor hace pocos días en Argentina, y que permite que los poseedores de criptomonedas informen sobre sus tenencias y las declaren ante el Fisco.
El encuentro contó con la participación del presidente de la ONG, Ricardo Mihura, junto a un grupo de expertos como Juan Manuel Cáceres, especialista en derecho tributario; Verónica Aballay, contadora especializada en blockchain, y Gabriel Gilbert, contador. Todos ellos expusieron las ventajas y desventajas de la regulación.
Al respecto, cabe recordar que las normas sólo se permiten ingresar criptomonedas al blanqueo si, antes de la fecha prevista para la manifestación de adhesión de la Etapa 1 (septiembre próximo), son transferidas a un change habilitado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), en cuyo caso tendrán que mantenerse allí depositados también hasta ese plazo.
De esta forma, también se aclararon algunas dudas sobre las implicaciones del nuevo régimen, siendo una de las más comunes las que tienen que ver con la autocustodia de criptomonedas. La práctica que permite a los bitcoiners guardar sus criptomonedas en carteras frías y encargarse personalmente de custodiar su dinero sin utilizar exchanges.
Sobre ese tema, Mihura recordó que la normativa establece que para poder blanquear las criptomonedas hay que renunciar a la autocustodia, pues esta práctica, junto a la tenencia en plataformas extranjeras, quedó fuera de la regulación. Es por ello que «los criptoactivos deben enviarse a exchanges legalizados», es decir, aquellos que estén registrados en la CNV.
Se trata de un proceso que no está exento de riesgos y que en términos generales «no es favorable para los usuarios», en opinión de Mihura, pues a las plataformas reguladas se les exige investigar el origen de los criptoactivos, sobre todo si se trata de sumas grandes. Con ello se busca indagar de dónde procede el dinero y se pide a la persona que converse dónde los tenía.
Muchas veces es difícil explicar el origen porque tampoco suele haber un comprobante que demuestre la compra de las criptomonedas.
«Además del comprobante se debe declarar la clave pública de los criptoactivos. Por tanto, si tenía las criptomonedas en un change en el extranjero, que no esté legalizado en Argentina, no tengo la clave pública porque está en manos de un tercero», acota Mihura.
Estos hechos hacen que no sepa hacia dónde se puede dirigir la investigación del estado sobre el origen del dinero. A esto se suma el problema que genera la petición de la fecha de adquisición para adjudicar al criptoactivo ese valor.
En caso de no tener tal fecha, se aplica la cotización vigente al momento de la regularización. «Es algo complejo», en palabras del presidente de la ONG Bitcoin Argentina.
Puede ser positivo para mover pequeños fondos
No obstante, para Verónica Aballay la normativa para blanqueo de criptomonedas es una buena señal. La clave del procedimiento es demostrar la legalidad del bien que se tiene, y si no lo puedo demostrar mejor no se blanquea, indica.
Considera además que hay muchas ventajas para los bitcoiners, pues les permite «sacar de negro sus tenencias» y utilizarlas como parte de sus finanzas abiertas en cualquier compra o inversión en el país. Destaca también el hecho de que estarán libres de tributos, aunque dependiendo del monto.
Es así porque, tal como ha informado CritpNoticias, quienes transfieran u operen con criptoactivos por un monto sinful a los USD 100.000 no pagarán impuestos por el blanqueo de sus capitales.
«Es una forma de exteriorizar los ahorros que tengas en criptomonedas y que ayuda a usar más fácilmente ese dinero en el sistema financiero tradicional. Es bueno para esa gente que está manejando sus finanzas en la marginalidad», apunta Aballay en un punto del debate donde los participantes del screech preguntaron sobre las razones que llevarían a los bitcoiners a blanquear sus monedas.
Sobre ello, Mihura insiste en que estas ventajas son aplicables para quienes manejan montos bajos. Esto, por la dificultades que conlleva para los que tengan grandes montos en criptomonedas en exchanges extranjeros o en autocustodia. «No creo que se sientan motivados a colocar grandes sumas en plataformas centralizadas que luego van a estar expuestas a que se le apliquen otras regulaciones y más impuestos».
Se manifestaron así algunas de las dudas que muchos tienen sobre el proceso y que tienen que ver con las exigencias de demostrar el origen de las criptomonedas y correr el riesgo de que se valoren a un precio más bajo que el vigente en el mercado. Aunque también hay aspectos positivos como los que observa la contadora Aballay. La recomendación de los participantes fue evaluar bien las ventajas y desventajas, en función de cada caso explicit.
Sobre ello, Juan Manuel Cáceres reiteró que ciertamente la ley limita una gran cantidad de cosas. Piensa que realmente apunta a aquellos que tienen capitales grandes. Coincidió con Mihura en las desventajas y en que no motiva al blanqueo, pero confía en que aun es posible ir mejorando la normativa.
Una idea semejante manifestó Gabriel Gilbert, señalando su apoyo al hecho de que las criptomonedas se incluyan en una regulación contra el lavado de dinero. Piensa que se trata de un comienzo que abre las puertas a mejores regulaciones. «Posiblemente no sea lo mejor, pero es un primer paso», expresó. Concluye así que, por ahora, es la herramienta que los argentinos tienen a mano para utilizar abiertamente el dinero.
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