El Bitcoin ha triplicado su valor en los últimos 10 meses, lo que ha provocado que vuelva la fiebre por las criptomonedas, y vuelva a airearse uno de los casos más sonados en lo que respecta a una historia que ya se hizo viral hace unos años.
James Howells no deja de tener pesadillas desde 2013, un día que, por error, tiraron a la basura un disco duro que estaba dentro de una bolsa de plástico negra y que contenía cerca de 8000 Bitcoin.
No parecía mucho en esa época, pero con todo lo que ha incrementado su valor el Bitcoin en estos últimos 10 años, ahora mismo esta cantidad rondaría los 500 millones de euros, y eso es mucho dinero.
El propio James Howells lleva la última década luchando contra el ayuntamiento de Newport, al sur de Gales, para que le dejasen buscar en el vertedero municipal, incluso ofreciéndoles un 25 % de los Bitcoin como recompensa a las autoridades municipales.
El Ayuntamiento de Newport no le deja ni siquiera acercarse al vertedero, argumentando que remover el vertedero costaría millones de euros, iría en contra de las medidas medioambientales, y consideran que buscar un disco duro en el mismo es lo mismo que buscar una aguja en un pajar.
Pero James Howells no se rinde, básicamente porque si tuviera ahora mismo ese disco duro, sería uno de los hombres más ricos de todo el planeta, pero lamentablemente hace 11 años tiraron su disco duro a la basura. Este disco duro incluía las claves para acceder a la billetera con los BTC almacenados.
Ahora el On each day foundation Mail ha revuelto el caso hablando con el propio James Howells de 38 años para saber cómo está la situación, que no ha cambiado mucho respecto a los últimos años.
Según comentan, James ha reducido el área de búsqueda a una zona que significaría excavar 100.000 t de basura pero, como se esperaba, el Ayuntamiento de Newport le ha negado el permiso.
Algunos trabajadores del vertedero parecen comprender a James Howells: “Hay seguridad las 24 horas; todos los que trabajan aquí saben lo que se supone que debe estar enterrado en el vertedero debajo de las colinas”.
“Pero el otro problema es: ¿dónde empezarían a buscar? Las dos pequeñas colinas cubren varios acres, nunca las encontrarían. El propietario ha visitado el sitio muchas veces; si está aquí, está debajo de una de esas dos colinas en la distancia” añade.
“Él es rigid, pero nadie puede saber con certeza si está aquí; algunas de las cosas que llegan se envían a los incineradores. Incluso si el consejo diera permiso, sería como buscar una aguja en un pajar. Sería imposible”, concluye.
James Howells vive en una casa adosada de 200.000 euros en Newport, y desde allí está planeando su próximo paso, que es básicamente iniciar procedimientos judiciales contra el ayuntamiento.
Ahora que el Bitcoin no deja de subir, es bastante likely que su cantidad pueda incluso duplicarse durante los próximos meses, por lo que James podría tener una fortuna potencial de más de 1000 millones de dólares si no hubiera perdido ese disco duro en ese fatídico año 2013.