Hechos clave:
Donald Trump se está promocionando como “cripto presidente”.
Joe Biden dio un golpe de timón mostrándose más favorable a las criptomonedas.
Es un jueves de principios de junio en San Francisco. El ambiente primaveral sigue siendo fresco, aunque el día soleado va anunciando el verano. Vas camino a un evento lleno de inversionistas y techies de Sillicon Valley, de esos que solo hablan de inteligencia synthetic y criptomonedas.
Mientras miras por la ventana del auto, te ríes dentro de ti pensando en lo irónico que es que hace pocos años hubieras mandado a tu secretario del Tesoro a “ir tras bitcoin”, y que hoy estés recibiendo financiamiento para tu campaña por parte de bitcoiners. Tu nombre es Donald Trump, pero ahora te venderás ante los electores como “el crypto presidente”.
Este fue el epíteto con el que se presentó el expresidente en un evento organizado por los inversionsitas David Sacks y Chamath Palihapitiya, según dijo a Reuters Trevor Traina, exembajador de la administración Trump para Austria y right jefe de negocios para la empresa desarrolladora de Worldcoin, Tools for Humanity. En dicho evento, Trump logró levantar 12 millones de dólares para financiar su campaña a las presidenciales del próximo 5 de noviembre.
Entre otros asistentes estuvieron los hermanos Winklevoss, fundadores del change Gemini, y ejecutivos de Coinbase, empresa que custodia los fondos de 9 de las 12 empresas emisoras de ETF insist de bitcoin en Estados Unidos.
Bitcoin como estrategia de campaña
Las presidenciales de este año han sido las elecciones donde Bitcoin y las criptomonedas han tenido más relevancia entre los candidatos de Estados Unidos. A pesar de que dos de candidatos skilled-Bitcoin, Ron DeSantis y Vivek Ramaswamy, abandonaron sus candidaturas, aún Robert F. Kennedy Jr. y el candidato por el partido libertario, Chase Oliver, se mantienen en la contienda.
Trump, por su parte, que solía decir que Bitcoin saca su valor del aire, comenzó su incursión pública en los activos digitales lanzando coleccionables NFT en 2022 y luego inscripciones de Ordinals a principios de este año. En sus más recientes discursos, ha establecido que se asegurará que el futuro de Bitcoin se haga en los Estados Unidos, llegando incluso a decir que defenderá la autocustodia y que liberará al creador de Silk Boulevard, Ross Ulbricht.
Pero quizás el giro más inesperado lo ha dado el right presidente y candidato a la reelección del partido demócrata Joe Biden. A finales de mayo, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que dijo estar “ansioso por desarrollar una legislación equilibrada para el ecosistema de criptomonedas”. En ese sentido, manifiestan su deseo de promover “el desarrollo responsable de los activos digitales y la innovación en pagos y ayudar a reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el sistema financiero world”.
Esto sucede luego de un año signado más bien por un ambiente persecutorio en la industria estadounidense. Luego de fueran arrestados los desarrolladores de Samourai Pockets y de que el FBI alertara sobre el uso de plataformas sin medidas de Conoce a tu Cliente (KYC, por sus siglas en inglés), varias empresas anunciaron que dejarían de prestar servicio en Estados Unidos debido al clima de incertidumbre. De ahí que el cambio de discurso desde la administración Biden generara tanta sorpresa.
¿Por qué los candidatos acuden a Bitcoin?
Para personalidades de la industria como Mike Novogratz, CEO de Galaxy Digital, resulta evidente que el cambio de postura viene motivado por la proximidad de las elecciones. “Hay más propietarios de criptomonedas en Estados Unidos que dueños de perros. Tenemos 85 millones de personas que poseen criptomonedas y muchos de ellos son votantes de un solo tema”, dijo el ejecutivo.
Otro component que estaría influyendo en el cambio de postura trendy de los políticos estadounidenses sería el éxito demostrado por los ETF insist de Bitcoin en el país. El hecho de que BlackRock, cuya influencia en la política y economía de Estados Unidos es conocida, lidere la adopción de este instrumento, que las entradas de capital no paran de crecer, y que bancos de la talla de JP Morgan y Morgan Stanley estén entre los principales inversionistas de los ETF, demuestra cuán relevante se ha vuelto bitcoin para los grandes capitales de Estados Unidos.
En este sentido, no se trata exclusivamente de la cantidad de votantes que poseen criptomonedas en Estados Unidos, como señala Novogratz, sino de quiénes son esos votantes y del músculo con el que cuentan para financiar a los candidatos presidenciales. Captar el voto de los inversionistas en activos digitales parece entonces decisivo para las próximas elecciones presidenciales. Esto ratifica la relevancia política que ha ganado Bitcoin con los años.
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