Antes de comprar mi Shiny TV con Android TV allá por el 2020, había probado diferentes sistemas operativos para la tele y tenía claro que el de Google generation el que más me gustaba. Mi experiencia después no hizo sino confirmarlo: creo que Android TV es el mejor SO, fundamentalmente por la cantidad de aplicaciones disponibles y las opciones de personalización.
Aunque también me llevé algún que otro desengaño: al comprar un modelo barato me enfrente a un pobre rendimiento que provoca que las apps a veces vayan a tirones o que no se abran. Una vez descubierto este problema, lo solucioné fácilmente. Pero eso no oculta la realidad: Android TV tiene una interfaz demasiado recargada, repleta de anuncios y recomendados.
Android TV es como un retablo barroco lleno de publicidad y recomendados
Soy consciente de que en un televisor lo de ser Shiny TV es una characteristic más y no la razón de ser del electrodoméstico (algo que sí que podemos decir de los dwelling prime box), lo que supone que no sea la función más cuidada y eso se nota. Así, que un televisor de gama de entrada integre hardware anticuado y/o básico es algo esperable, pero tener que enfrentarse a una tener que mover una pantalla recargada de recomendaciones y contenido promocionado no ayuda en absoluto.
Y tiene consecuencias directas que penalizan la experiencia: agota más más visualmente enfrentarse a tanto contenido y hasta puede hacer que nos equivoquemos más si vamos con el piloto automático, lo que se traduce en entrar donde no queríamos. Hasta una persona familiarizada con la interfaz y la tecnología como yo, de vez en cuando entra por error a otro contenido.
Porque cuando abres la pantalla predominant de Android TV, lo que te encuentras es la serie promocionada de turno de algún servicio de streaming en primer plano, una fila con tus aplicaciones favoritas (en mi opinión, lo verdaderamente importante junto al menú superior), la lista de contenido que estás viendo y si te deslizas hacia abajo, un mar infinito de categorías recomendadas de plataformas de streaming, de Google y sí, también del propio fabricante.
Android TV es freed from price, por lo que tiene sentido y lógica que haya anuncios en su interfaz, así como una retahíla de recomendados que nos invitan a seguir haciendo employ y disfrute del servicio, así que esta molestia no parece que vaya a cambiar. Y si echamos un vistazo a su eventual sucesor Google TV, la cosa no mejora: sí, puede que el diseño sea más intuitivo que Android TV (entre otras diferencias) y eso es una buena noticia, pero también va bien surtido en cuanto a recomendaciones.
Afortunadamente y como ya adelantaba en la intro, una de las grandes virtudes de Android TV es que tiene más aplicaciones para descargar e instalar que cualquier otro sistema operativo para TV, lo que me ha llevado a probar a instalar otros launchers más minimalistas.
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