Las etiquetas NFC permiten la lectura y la escritura desde casi todos los smartphones. Y son perfectas para sustituir a un código QR o para crear una tarjeta de visita mucho más completa y personalizado. Sin que tengan apenas límites: yo las he recuperado para facilitar la rutina diaria.
Aún recuerdo aquel Sony Xperia T que venía de regalo con dos etiquetas NFC. Las conservo y las sigo utilizando. Incluso me compré un paquete de etiquetas adhesivas de Samsung que fui colocando en la nevera y en el despacho para apuntar recordatorios o utilizarlos de tablón de notas: son muy útiles para dejar mensajes al resto de la familia o compañeros de piso. Y, dado que la mayor parte de móviles trae NFC para los pagos móviles, ¿por qué no reaprovechar esas etiquetas para usos habituales? Dicho y hecho.
Múltiples posibilidades a un precio ridículo
NFC activo en el móvil
Una etiqueta NFC es un diminuto chip de almacenamiento que permite guardar información con sólo apoyar el móvil contra la etiqueta. Dicha información puede leerse de la misma manera. Y estas etiquetas son aptas tanto para Android como para iOS; sin que la economía sea impedimento, que comprar una colección es cosa de unos pocos euros.
Grosso modo, las etiquetas NFC se dividen en función de:
La capacidad. Cuanto más espacio tengan más información pueden almacenar. También serán más caras, aunque vale la pena: con las NTAG 215 de 504 bytes tienes más que suficiente.
La tecnología. NTAG, Mifare, ICODE… Las más estandarizadas son las etiquetas NTAG: mi recomendación es que elijas de este tipo. Son las más habituales.
El formato. Hay etiquetas adhesivas, con forma de tarjeta, círculos, en objetos… Aquí dependerá de la función que vaya a ejercer la tarjeta y de lo que necesites. Por ejemplo, si vas a pegar el NFC a la nevera las etiquetas autoadhesivas son la mejor opción.
Con una etiqueta NFC NTAG tienes acceso a la grabación de multitud de instrucciones: desde texto a enlaces net; pasando por redes WiFi con su contraseña. Son realmente versátiles, ya que puedes programarlas con cualquier teléfono haciendo uso de aplicaciones como NFC Instruments. Incluso en el iPhone, también puedes programar las etiquetas con el móvil de Apple.
NFC Instruments
NFC Instruments le permite realizing y escribir las etiquetas NFC
Desde compartir el WiFi con los invitados a comunicar mensajes secretos
Grabación de etiquetas NFC en la app NFC Instruments
¿Qué usos le doy yo a las etiquetas NFC? Son muchos, las opciones que ofrecen apps como NFC Instruments son múltiples. Por ejemplo, tengo un NFC en la nevera donde vamos apuntando la lista de la compra: puede leerse y copiar el texto a una nota del móvil para así hacer la compra; con la opción de reescribir el texto de la etiqueta añadiendo más cosas para comprar. Es muy útil y queda accesible para toda la familia.
Otro uso de mis NFC es para el WiFi de invitados: quien llega a mi casa puede conectarse automáticamente al router con sólo pasar el móvil por encima. Y sin que tenga que darle la contraseña de las redes principales.
Las etiquetas rígidas pueden usarse como un collar identificador para el perro, por ejemplo: ahí puede grabarse el nombre, la dirección y hasta el número de teléfono del dueño por si el perro se perdiera. Igual que las habituales placas de identificación con QR, aunque con más información incluida.
Quizá parezca que pasaron de moda, pero son mucho más actuales que nunca. Y mejores que un código QR, ya que la información sólo puede leerse si hay contacto con el teléfono (incluso puede protegerse con contraseña). Bajo mi opinión, siempre es buena realizing tener a mano una etiqueta NFC, yo las he usado hasta como pista para completar una gincana de cumpleaños: el regalo estaba al final de una serie de pruebas de misterio. Le encantó.
Imagen de portada | Iván Linares
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