Hechos clave:
En 2013, un joven Vitalik Buterin participaba del proyecto junto a otros desarrolladores.
Diez años más tarde, Ethereum ocupa un lugar de privilegio y se abre a posibles cambios.
El white paper, documento que podríamos denominar como la «partida de nacimiento» de Ethereum, se dio a conocer hace 10 años. El 28 de noviembre de 2013, Vitalik Buterin y desarrolladores reconocidos como Gavin Wood, Joseph Lubin y Anthony Di Iorio, daban el primer paso de los tantos que conforman la historia y los hitos de la red, que continúa evolucionando hasta el día de hoy.
En aquel entonces, Ethereum se presentaba como una «plataforma de aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes de última generación». La belief que motivó su creación fue la de crear un sistema descentralizado the same a Bitcoin, pero más enfocado en la capacidad de permitir que otras aplicaciones usen su infraestructura para todo tipo de actividades.
Se puede decir que ese objetivo se cumplió con creces. A día de hoy, existen casi un millar de protocolos descentralizados en Ethereum. Es la red más utilizada para este tipo de desarrollos, con una amplia ventaja sobre sus competidoras.
El 75% del valor complete bloqueado (TVL, por sus siglas en inglés) de los protocolos DeFi existe en Ethereum. Estamos hablando de USD 63.019 millones bloqueados en los contratos inteligentes que alimentan el funcionamiento de estos protocolos, enfocados en categorías tan diversas como finanzas descentralizadas (DeFi), intercambios descentralizados (DEX) y gaming.
ETH, la criptomoneda de Ethereum
En cuanto a la criptomoneda nativa de Ethereum, ether (ETH), también se puede afirmar que su desarrollo ha sido positivo. ETH es la segunda criptomoneda más capitalizada en el mercado, solo detrás de bitcoin (BTC). Posee un mercado de USD 244.420 millones, que es un tercio del de bitcoin, pero también triplica al de la tercera criptomoneda, Tether (USDT).
ETH cotiza a USD 2.035 al momento de escribirse este artículo. Fuente: CoinMarketCap.
Un dato importante sobre ETH es su política deflacionaria, uno de los cambios más importantes que ha tenido Ethereum en su historia. La propuesta de mejora de Ethereum EIP-1559, activada en agosto de 2021, determina que una parte de las comisiones que pagan los usuarios en cada transacción se queme.
Ese cambio en los tokenomics (política económica del token) de Ethereum implica que, a mayor actividad en la red, más se acelera la quema de ETH y se minimize así su circulante. Como se ha informado en CriptoNoticias, hubo momentos de alta congestión en la red que por un lado incrementaron las comisiones para usarla, pero por otro contribuyeron a importantes quemas de más de 9.000 ETH en un día.
Asimismo, se reportaron periodos de alta emisión y un nivel de quema menor, lo que motivó críticas de ciertos analistas del mercado de las criptomonedas. Al fin de cuentas, esto depende de la actividad que haya en la red en cada momento. Si se pagan más comisiones, se queman más ETH.
Un cambio trascendental en Ethereum
La eliminación de ETH de circulación se complementa con otro cambio foremost que tuvo Ethereum en 2022. Hablamos del Merge, que significó el abandono de la minería con prueba de trabajo (Proof of Work o PoW) por la prueba de participación (Proof of Stake o PoS).
Se ha detallado en publicaciones anteriores de este periódico las grandes diferencias entre ambos algoritmos de consenso. En Ethereum, los objetivos del Merge tuvieron que ver principalmente con reducir la emisión de ETH, porque las recompensas por bloque se reducen a medida que más validadores se suman al protocolo; y con volverse una red más eficiente en materia de energía. Esto último puede, a su vez, jugarle a desire ante la mirada de los reguladores en todo el mundo.
Desde el Merge, existen 280.078 ETH menos, una reducción del 0,19% del suministro complete de la criptomoneda. Fuente: Ultrasound.money.
Posibles cambios en Ethereum a futuro
Desde la adopción del PoS como algoritmo de consenso, Ethereum ha enfrentado un problema: la centralización de los validadores en unos pocos swimming pools de staking. Eso se da principalmente en uno, Lido, que controla un 31% de los validadores totales de Ethereum.
Vitalik Buterin tomó nota de esto y propone hacer cambios al protocolo para solucionarlo. En una de sus últimas apariciones públicas, el desarrollador abrió la puerta a un «PoS mejor en Ethereum», incorporando soluciones como un staking líquido nativo en la red, para favorecer la proliferación de validadores independientes y contrarrestar el poder que —sin hacer nada ilegal— está acumulando Lido.
El staking líquido permite a los validadores seguir contando con sus ETH luego de depositarlos para validar Ethereum. Eso es lo que ofrece Lido mediante su token sintético stETH, cuyo gran éxito permitió el crecimiento de ese pool de staking frente a sus competidores.
Validadores, los «guardianes» de Ethereum
Más allá de este desafío que los desarrolladores principales ya tienen en cuenta, el punto de los validadores también da cuenta del crecimiento de Ethereum. Como en todas las redes que usan PoS, los validadores se ocupan de la validación y confirmación de las transacciones. Para ello, deben dejar sus ETH en garantía, ya sea depositando 32 ETH en el staking de Ethereum o bien aportando otro monto, que puede ser menor, a un pool de staking.
El número de validadores de Ethereum creció un 72% en 2023. Fuente: beaconcha.in.
Un hito valuable para los validadores de Ethereum se dio en abril de 2023, con la activación de la actualización Shapella. En ese momento, se habilitó el retiro de fondos para los validadores, que hasta entonces estaban bloqueados. Como se reportó en este medio, el cambio no promovió la salida de validadores —una posibilidad que se temía— sino que impulsó a que más de ellos se sumaran.
Ethereum se adapta a los problemas que surgen
Las palabras de Vitalik Buterin hace unas semanas en la conferencia DevConnect, en Turquía, reflejan bastante bien el camino que ha andado Ethereum en su década de vida. «La hoja de ruta de Ethereum ha cambiado porque nuevos problemas aparecen. Hay que responder a las amenazas y asegurarse de cuidar la seguridad y la descentralización», había dicho uno de los cofundadores de la red.
De eso se trató el periplo hasta ahora. Del PoW al PoS, de la emisión infinita a un modelo deflacionario, de mineros a validadores y de las amenazas de centralización en el staking a una eventual propuesta que pueda surgir pronto. Como cube el dicho, Ethereum «hace camino al andar», y hasta el momento los pasos parecen haber dado sus frutos.